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Quercus suber L. (Q.suberosa Salisb)
Se denomina en castellano como alcornoque que deriva del latín "quercus" antecedido por el prefijo al-. En Cataluña se le llama suro que deriva del latín "suber" y coincide con el nombre que se le da al corcho. En León se conoce como sufreiro, en el País Vasco como artelatz o artelazxi, en portugués se denomina sobreiro, sovereiro y sobro. En inglés lo encontramos como cork-oak y en francés como chêne-liège.
Árbol de altura media (difícilmente supera los 20 m), de apariencia robusta, muy similar en aspecto a la enzina diferenciándose por su característica corteza que lo hace inconfundible. De tronco grueso, recto y corto en árboles aislados, se presenta más esbelto en masas densas. Puede superar los 2 m de diámetro normal.
La corteza es lisa en su juventud para ir acumulando un corcho gris que se va haciendo mas grueso con unas grietas longitudinales profundas alcanzando la corteza un grueso de 15 cm si no se descorteza nunca. Esta primera corteza se denomina bornizo y si se extrae regenera formando una capa de corcho que tiene también grietas longitudinales, pero mas pequeñas y poco profundas. Las sucesivas pelas del alcornoque van dando un corcho más fino y de mejor calidad. Al pelar el alcornoque queda una capa amarillo clara, que va tomando con posterioridad un tono negro-rojizo.
La copa se inicia a poca altura (4-5 m en árboles aislados o hasta 7-8 m en bosques densos), para continuar dibujando una copa aovada, irregular o aparasolada con el transcurso de los años. Las ramas son fuertes y abundantes, también provistas de corcho. Las ramillas son pelosas de tono ferroso.
Las raíces son fuertes y muy vigorosas, desarrollándose en todos los sentidos y con raíces superficiales que pueden generar nuevos brotes.
Árbol de hoja persistente, de 3 a 7 cm normalmente, aovada, dentada y poco lobuladada, verde oscuro reluciente por el haz y pelosa y gris-blanquecina por debajo. Flor masculina amarilla colgante en grupos al finas de las ramillas y flor femenina poco pedunculada que se presenta al final de los brotes del año. Florece de abril a principios de verano para madurar entre septiembre y febrero en tres etapas. Fructifica como pronto a los 10-12 años y con regularidad a partir de los 25-30 años.
Vive en terrenos siliceos, sin cal, con preferencia por los climas suavizados por la influencia del mar, un poco húmedos y sin heladas fuertes, normalmente en alturas no superiores a los 1.000 m, si bien en Granada alcanza los 1.300 m y en Marruecos los 2.000 m. Hemos visto un alcornoque aislado en Ventolà (Pirineo de Gerona) a unos 1.200 m dando anecdóticamente quizás el límite superior del alcornoque en Cataluña.
Requiere una precipitación media anual superior a los 400 mm, de los que al menos 100 mm los precisa en verano (puede recibirlos parcialmente por precipitaciones horizontales de nieblas y rocío, o por aportes freáticos). Las medias del mes más frío no pueden ser inferiores a 0º y resiste temperaturas medias del mes más cálido superiores a los 25º. Las mejores masas están en laderas suaves soleadas, protegidas de los vientos fríos del norte y con precipitaciones entre 600 y 1.000 mm. Las ubicaciones con precipitaciones mas bajas coinciden con umbrías y fondales (con la limitación del frío) y las zonas con mas precipitaciones le permiten acceder a las situaciones mas elevadas.
Especie de media luz, requiere cierta protección inicial para exigir mucha luz en su madurez. Se reproduce bien de semilla, si bien esta es muy requerida por la fauna local por lo que con frecuencia las repoblaciones se hacen a partir de plántulas de una o dos savias. Crece hasta los 200 años y puede prolongar su vida hasta los 500 años.
Los alcornocales se corresponden en su distribución con las zonas mediterráneo-húmedas en las que las glaciaciones cuaternarias no fueron demasiado intensas. La presencia por toda la península de manchas de alcornoque fuera del cuadrante sur-oeste en el que es mas abundante, con amplias zonas en Gerona y nord-este de Barcelona y manchas en Castellón, Galicia, Asturias, Málaga, Granada, Murcia, Madrid, León, Valladolid, Zaragoza... hacen pensar en una antigua área de distribución mas grande en las zona silíceas de la península.
En este apartado resumiremos los tipos de alcornocal definidos por J.M. Montoya Oliver ( "Tipificación forestal de los bosques españoles. Los alcornocales -Quercus suber L.-" Boletín de la Estación Central de Ecología vol.13, nº25 MAPA, Madrid,1984). Según Montoya encontramos:
0. Alcornocales puros:
Se dan principalmente en Marruecos y son raras en España excepto en zonas bajas de Huelva, Cádiz, Sevilla i Málaga. Suponen un clímax del alcornocal por su termofilia superior a la del encinar y conectan con los alcornocales con Tetraclinis articulata existentes en Marruecos, Argelia y Túnez. Dan corcho de baja calidad.
Normalmente se dan en terrenos arenoso-arcillosos con presencia de Cistus salviefolius. En zonas arenosas se caracterizan por la presencia de Teline linifolia, con pH elevados o terrenos rocosos encontramos acebuche (Olea europaea), lentisco (Pistacia lentiscus) y jara negra (Cistus monspeliensis), en suelos hidromorfos podemos encontrar el mirto (Myrtus comunis).
1. Alcornocales con robles cadufifolios:
Aparecen en Galicia, Asturias y norte de Portugal en climas mediterráneos subhúmedos con tendencia atlántica. Son zonas húmedas con precipitaciones superiores a los 1.000 mm y temperaturas medias moderadas. Le acompaña Daboecia cantabrica en las áreas mas húmedas y Erica umbellata en las mas secas y frías.
Otras especies características son el brezo común (Calluna vulgaris), el brezo nazareno (Erica cinerea), el fresno (Fraxinus excelsior), el serbal de cazadores (Sorbus aucuparia), el tojo (Ulex europaeus)...
2. Alcornocales con robles marcescentes (Quercus pyrenaica y Quercus pubescens): Alcornocales con melojo (Quercus pyrenaica) que en Cataluña se ve sustituido por roble pubescentes (Quercus pubescens). Coinciden con áreas de clima mediterráneo subhúmedo con tendencia centroeuropea, alturas normalmente inferiores a 1.000 m y zonas mas secas y frías que las anteriores.
Son características el piorno (Genista florida), la retama negra (Cytisus scoparius), la estepa (Cistus laurifolius), el madroño (Arbutus unedus), el pino marítimo (Pinus pinaster), el fresno (Fraxinus angustifolia), la cornicabra (Pistacia terebinthus), el durillo (Viburnum tinus)...
3. Alcornocales con quejigo o roble andaluz (Quercus canariensis):
Aparecen en Andalucía occidental y excepcionalmente en Cataluña en zonas húmedas termales y con inviernos sin frío. Son las áreas de máxima productividad si no tienen ataques de hongos.
Son zonas con madroño (Arbutus unedus), brezo común (Calluna vulgaris), majuelo (Crataegus monogyna), brezo de escobas (Erica scoparia), agracejo (Phillyrea latifolia)...
4. Alcornocales con quejigo (Quercus faginea):
Los encontramos en Andalucía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo... en las partes mas húmedas del clima mediterráneo semiárido cálido. Supone una transición entre los alcornocales de robles marcescentes y los alcornocales con encina.
Podemos encontrar el madroño (Arbutus unedus), el arce de Montpellier (Acer monspessulanum), el brezo común (Calluna vulgaris), la estepa blanca (Cistus albidus), el castaño (Castanea sativa), el pino marítimo (Pinus pinaster), el fresno (Fraxinus angustifolia), la cornicabra (Pistacia terebinthus), el durillo (Viburnum tinus)...
5. Alcornocales con encina termal (Quercus ilex):
Zonas bajas sin frío en invierno, muy representativas de los alcornocales españoles, son climas mediterráneos semiáridos cálidos con precipitaciones bajas. Podemos encontrar el lentisco (Pistacia lentiscus), el palmito (Chamaerops humilis) y el algarrobo (Ceratonia siliqua). En las partes más húmedas aparece el durillo (Viburnum tinus) o el madroño (Arbutus unedo).
Otras especies son la coscoja (Quercus coccifera), el pino piñonero (Pinus pinea), el pino marítimo (Pinus pinaster), el aladierno (Rhamnus alaternus)...
6. Alcornocales continentales con encina (Quercus ilex):
Zonas continentales y interiores de la península, principalmente en Salamanca y Ávila. La continentalidad viene marcada por la presencia de Juniperus oxycedrus.
Podemos encontrar también el torvisco (Daphne gnidium), el fresno (Fraxinus angustifolia), el pino marítimo (Pinus pinaster), el agracejo (Phillyrea angustifolia), el aladierno (Rhamnus alaternus)...
7. Alcornocales normales con encina (Quercus ilex):
Son abundantes en los terrenos silícicos de clima mediterráneo semiárido cálido con inviernos cálidos y con precipitaciones normalmente inferiores a los 600 mm. Dan corcho de buena calidad pero con producciones bajas.
Encontramos aquí el torvisco (Daphne gnidium), el fresno (Fraxinus angustifolia), la sabina (Juniperus phoenicea), el pino marítimo (Pinus pinaster), el agracejo (Phillyrea angustifolia), el aladierno (Rhamnus alaternus), la zarzaparrilla (Smilax aspera)...
8. Alcornocales en ubicaciones especiales
Citaremos únicamente la existencia de:
- Alcornocales en suelos de pseudoglei
- Alcornocales en roquedales
- Alcornocales en zonas ventosas
El alcornoque no es un árbol muy colonizador y normalmente regenera de semilla únicamente bajo su cubierta, germinando luego de manera muy difusa por su fructificación prolongada en varios meses. Hay que considerar también que la bellota es apreciada por la fauna local por lo que pocas de ellas llegan a germinar. Si además consideramos que las plantas del año son tiernas y pueden ser comidas por la fauna o secadas si el verano es seco, podemos comprender que con frecuencia la regeneración de un alcornocal quede en manos de su capacidad de rebrote tanto en el caso de plántulas secas como en árboles cortados o quemados.
En zonas con matorral denso, este hace casi imposible la germinación de la bellota, lo cual explica el hecho fácilmente observable en alcornocales quemados de un incremento posterior del número de pies de semilla al disminuir la espesa cobertura. Esto, junto con la resistencia que les da la gruesa corteza (si no se ha pelado en los últimos años) y teniendo en cuenta su capacidad de rebrote, nos permite considerar el alcornoque como piroresistente.
La silvicultura de los alcornocales puede ser muy diversa pero podemos diferenciar básicamente dos casos, los alcornocales que se simultanean con otros usos agrarios como el pastoreo o cultivos agrarios y los que se tratan como bosque sin otros usos agrarios.
1. Alcornocales combinados con otros aprovechamientos agrarios:
Es un uso que se da principalmente en el cuadrante sur-oeste de la península. La densidad del alcornocal se ve muy condicionada por el uso simultáneo, siendo normalmente inferior a la del otro caso. Normalmente podemos empezar con marcos de plantación entre 8x8 i 10x10 para ir disminuyendo la densidad a medida que crecen los árboles, para acabar aproximadamente con una cuarta parte de los pies iniciales.
Cuando el aprovechamiento coetáneo es el pastoreo, normalmente se hacen podas de formación para maximizar la producción de bellota dando formas parecidas a las de las dehesas de encinares.
2. Alcornocales tratados como bosque:
Dadas las condiciones actuales del mercado, el producto principal es el corcho, quedando las leñas como aprovechamiento secundarios. La extensión de la red de gas natural contra la que compite muy mal la calefacción por quema de leña, hace que en un futuro se prevea que se mantendrá la situación a menos que se encuentren productos alternativos al corcho que mantengan sus propiedades a un precio competitivo.
Parece claro que para conseguir buenas calidades de corcho hacen falta bosques claros con coberturas entre el 60 % y el 80 % y hay que mantener densidades de arbolado que la mantengan. El paso a alcornocales mas claros para tener un aprovechamiento agrario simultáneo es conveniente hacerlo en varias fases para facilitar la adaptación de los árboles a la nueva situación. En bosques productores normalmente se aprovechan las claras para mantener artificialmente alcornocales monoespecíficos eliminando los pinos, robles y encinas.
Si bien los alcornocales pueden proceder de reforestaciones siendo masas coetáneas, con frecuencia se tratan como bosque irregular manteniendo todas las clases de edad y aprovechando cada árbol mientras proporcione buena calidad del corcho. El tratamiento como bosques regulares puede dar lugar a sacrificios intolerables teniendo en cuenta que la máxima producción es la del corcho y puede llevar a la corta de alcornoques en plena producción, tratamientos como bosque semirregular con un tramo móvil en regeneración pueden ser interesantes principalmente cuando el alcornoque aparece mezclado con otras especies que también tienen aprovechamiento.
A parte del turno de corta hay que considerar el turno de pela que puede variar mucho según la zona, este tiene un carácter técnico ya que el corcho ha de tener el grosor suficiente para permitir hacer tapones (en caso contrario va a trituración con una gran depreciación de su valor). Este grosor se adquiere en 9 o 10 años en el sur-oeste de la Península, pero en Cataluña el turno se alarga a los 14 años o hasta 16 años en las peores estaciones.
La edad de pela del bornizo varia en función del tiempo que tarda el árbol en llegar a los 20-25 cm de diámetro, grosor a partir del cual puede ser extraído. Se acepta que la longitud de descorche no ha de exceder normalmente 1,5 veces la circunferencia a 1,3 en la primera pela para pasar a 2 o 2,5 veces en las sucesivas.
La producción en corcho de cada pela viene fijada por el peso en kg por m2 y generalmente hablamos de valores entre 7 y 8 kg/m2 (hemos medido valores medios de 7,4 en algunas fincas de Girona), de los que hay que deducir una perdida del 20% al secarse y otro 20% al rasparlo y cocerlo (primera transformación que se hace).
Por la buena calidad de las leñas, se había tratado el alcornocal como bosque bajo regular, pero esta práctica va quedando abandonada por el receso del mercado de las leñas. En general podemos hablar en los alcornocales de una producción entre 250 y 450 kg/año de corcho y entre 0,5 y 1 m3/ha/año de leña.
Como ejemplo de cubicación, segun el Primer Inventario Forestal Nacional en datos de la província de Girona, tenemos que:
| Con corteza | |
| Volumen maderable | VM=24,62+0,02604xD^2xH |
| Volumen en leñas | VL=7,1-29,46xVM+854,71644xVM^2 |
| Sin corteza | |
| Volumen maderable | VM=28,42+0,02514xD^2xH |
| Volumen en leñas | VL=-23,3+660,5xVM-286,42880xVM^2 |
donde,
VM= volumen maderable
D=diámetro a 1,3 m en centímetros
H=altura total de l'árbol
VL=volumen en leñas
Para un buen desarrollo del corcho es recomendable que el árbol este aireado y iluminado, esto junto con la densidad de matorral que puede llegar a desarrollarse en algunos alcornocales, hace que el desbroce del matorral previamente a la pela sea muy recomendable y en algunas zonas imprescindible al menos alrededor del árbol.
Los descorches periódicos en los que no solamente desprotege el árbol, sino que también con frecuencia se le hiere, hacen que el alcornoque sea susceptible a sufrir diversas enfermedades. Su principal enemigo son los hongos con Hypoxylon mediterraneum, Phytophthora cactorum y Diplodia que se manifiestan en un chancro de madera muerta causando luego la muerte del árbol.
Como insectos defoliadores le atacan Lymantria dispar y Malacosoma neustria que pueden llegar a dejarlo sin hojas sin matarlo. Como insectos perforadores hay que destacar Coraebus bifasciatus que ataca a las ramas finas de menos de 6 cm y Coraebus undatus que pone los huevos en las grietas del corcho y al salir lo deteriora con lo que únicamente es apto para trituración. Otros insectos que afectan a la calidad del corcho son Cerambix cerdo, Orictes nasiformes y Crematogaster scutellaris.
Madera ocre rojiza, con frecuencia veteada, muy densa y dura que ha sido utilizada en tornería y carpintería para construir carros, herramientas y botas. También se ha utilizado en construcción naval por su resistencia al sumergirla en el mar. El carbón de alcornoque es de gran calidad y ha llevado en algunas zonas y épocas a tratar como bosque bajo los alcornocales. La parte viva del alcornoque, rica en taninos, se destilaba para poder curtir pieles y en cierta época se pelaban "a muerte" los alcornocales con esta finalidad.
El principal producto es el corcho, el bornizo procedente del primer descorche se tritura o destina a fines decorativos (como las cabañas o los nacimientos de Navidad). Pero es en las sucesivas pelas que obtenemos el producto compacto, elástico, aislante... que conocemos y que se utiliza en sus mejores piezas para hacer tapones (un buen vino o cava lleva siempre un buen tapón y normalmente se puede aplicar también la máxima a la inversa). Los avances en la industria taponera consiguiendo pegamentos comestibles que no alteran el vino, han conllevado un mejor aprovechamiento del corcho extraído, triturando todos los restos.
Otros usos son los de aislante, parquet (así está aplicado en la biblioteca de la "Escuela Técnica de Ingenieros de Montes" de Madrid) , tableros de anuncios, decoración en ropa, muebles y adornos, para forrar paredes, papel para tarjetas de visita o similares...
Un uso curioso del corcho sin tratar es para construir colmenas de abejas, como se hace en Asturias (dato facilitado por el autor de "El Bosque" -web forestal-).
Encontramos en los alcornocales setas de gran calidad, la frecuencia con la que se mezcla con otros árboles como el pino piñonero, el pino marítimo o la encina, facilitan que el conjunto de setas que ofrecen los alcornocales sea casi inacabable. Por citar algunos de los mas conocidos:
- Amanita caesarea (amanita de los césares): su nombre indica ya su calitat. De aspecto y color amarillo muy característico.
- Boletus edulis (calabaza o cep): seta de gran calidad ya comentada en otras descripciones.
- Lactarius delicius (níscalo): muy sabroso a la brasa, salteado o conservado en vinagre, menos apreciado para otras cocinas. Se da en masas mezcladas con pino
- Cantharellus cibarius (rebozuelo): seta amarilla buen comestible y difícilmente parasitable.
- Hygrophorus russula (higroforo escarlata): Seta de gusto suave, granatosa, con una cutícula que se desprende con facilidad.
